Mi propósito es conectar a las personas con su pasión e inspirarlas en el camino de sus sueños. Lo que nunca me imaginé durante el proceso de construir Casa Tibaná, era que estaba delineando mi proyecto de vida y convirtiéndome en el capitán para hacer mis sueños realidad.
Sueños de mejorar la calidad de vida de los habitantes de este territorio, de armar comunidad, de honrar la vida campesina y conectarse con la tierra de donde viene el alimento. Sueños de disponer de un espacio acogedor para eventos empresariales, de ofrecer un lugar para disfrutar el paisaje sabanero en familia. Sueños de reunir agentes de cambio para pensar juntos en cómo aportarle al país, de que todos tengamos acceso a herramientas para conectarnos con lo más profundo de nuestro ser y seguir creciendo. En fin, sueños grandes, cada uno era la pieza de un gran rompecabezas, cada uno un universo en sí mismo.
Ahora Casa Tibaná deja de ser solo mía y de los que me han ayudado a construirla, y pasa a ser de todos y para todos. Por eso los invito a que vengan, conozcan y abramos posibilidades juntos.